Aiki Jujutsu: Una creación de conceptos (2ª Parte)
Publicado el 11/03/2014 en AIKIDO EN LÍNEA
Publicamos la segunda colaboración del maestro Ricardo Sanz, Director Nacional en España del Departamento de Nihon Aikido / Aikijutsu / Aikibudo del Nippon Seibukan de Kyoto y 6º dan Renshi de Aikibudo por la Nippon Seibukan Academy. Se trata de la continuación del artículo que publicamos anteriormente, original suyo, y publicado originalmente en la revista «El Budoka».
Por Ricardo Sanz
AIKI COMO CONCEPTO SOCIAL E HISTÓRICO DE UN CLAN
El periodo de paz Edo (1603 a 1868) que dieciséis shogun consiguieron mantener durante más de 250 años, se mantuvo gracias a estrictas normas y medidas restrictivas en política exterior sumiendo al país en un aislamiento del mundo conocido como Sakoku: se expulsó a todos los comerciantes occidentales , a los españoles en 1624, a los portugueses en 1638, se persiguió el Cristianismo, se impidió que salieran sus comerciantes destruyendo sus barcos, se publicaron edictos de prohibición de salir del Japón a sus habitantes y de ser ejecutados si volvían, etc.
Este periodo, también conocido con el nombre de Taihei, la gran paz, significó un equilibrio político basado en la imposición política armada y una legislación piramidal, clasista y cerrada. En la cima de dicha pirámide se posicionaba el Ejército, kuge, el militar, bushi y su buke shohatto [1] como norma de cumplimiento, los campesinos, en segundo lugar, siendo su norma el Keian no furegaki, los artesanos y comerciantes, chonin y “los no hombres”, eta o inin, como los actores.
Los samurai juraban obediencia a sus Daimyos, normalmente miembros de la familia Tokugawa y éstos al Shogun, lo que implicaba servirle leal y militarmente a partir de la organización administrativa fundamentada en la paz y el cumplimiento del buke shohatto.
![]() |
Castillo de Kumamoto (Hosokawa clan, 1632 – 1871). |
Dicha administración idealizaba, bajo una economía basada en la producción agraria, una sociedad gobernada por la clase samurái, organizada en torno al castillo del Daimyo y separada de la tierra donde los campesinos, dirigidos por un jefe de aldea llamado nanushi, producían bienes que transformaban en sus aldeas, conocidas como mura. Estos bienes eran comercializados por los mercaderes en los barrios de la ciudad, la cual, a su vez, era protegida y administrada desde el castillo del Daimyo.
La clase kuge era la más privilegiada de esta sociedad estratificada. Constituía el 7% de esa composición, podía tener un apellido que le unía al clan y llevar dos espadas, daisho [2]. El sable, To o Katana, símbolo del samurai y el apellido era lo más preciado de su clase, “apellido y espada”, myoji-taito, configuraba un microcosmos singular de sobresaliente estudio.
La unidad fundamental de la clase bushi era la familia, ie, agrupada en clanes. El individuo, desprovisto de su individualidad debía lealtad al mismo, Ko, al orden político, chu y vivía en función de la existencia del clan y de las normas que lo estructuraban garantizando su supervivencia, tanto de su clan como de la clase a la que pertenecía. Cualquiera que pusiera en peligro su estatus privilegiado por acto u omisión y que supusiera una ofensa contra su figura, por pequeña que fuera, podía ser restituida con la muerte de aquél en el acto, kirisute – gomen. Del mismo modo, el bushi, y para poder mantener su apellido en sus descendientes, después de no cumplir los deseos de su Daimyo y éste del Shogun podía solicitar reparar el daño provocado con el suicidio ritual, seppuku.
Los clanes para asegurar su victoria contra el enemigo, eran instruidos por diferentes escuelas de armas: así los guerreros, samurai, del clan Takamatsu eran enseñados por las escuelas Takenouchi ryu o Yoshin ryu en la defensa sin armas, los samurai del clan Morioka preferían la enseñanza de la Yagyu Shingan ryu y los samurai del clan de Aizu fueron instruidos por la escuela Daito del clan Takeda.
Este clan, en otro tiempo denostado por el poder Tokugawa, abre en 1664 sus sistemas de combate y estrategia militar en la batalla. La técnica de combate no armado que este clan enseñaba se conocía como Gotenjutsu (Técnicas de autodefensa empleada en palacio) y Oshikiuchi (Dentro del venerable umbral) donde encontraremos el postrero principio Aiki en su forma de interpretar la forma binaria ataque-defensa, en sus técnicas de golpeo, ate waza, así como en el desarrollo de sus desplazamientos, Tai sabaki y el momento espacio-tiempo adecuado, Ma-ai Tenshin, con el objetivo de aprovechar la energía, ki, del agresor dirigiéndolo contra el.
Antes del Periodo Tokugawa las continuas guerras entre clanes favorecieron la maestría de los bushi en la utilización de las armas. Con la “Gran Paz” los clanes más importantes absorbieron a otros más pequeños, se agruparon en zonas de dominio o simplemente desaparecieron como tales al no encontrar “Señor ni Casa”.
Alrededor de la provincia de Aizu [3] se reagruparon más de 80 escuelas de bujutsu: combate sin armas, sable, armas de fuego, tiro con arco, lanza, alabarda, etc. relacionadas con el clan Takeda y su enseñanza en su propia escuela, Nishinkan, donde se instruía entre otros a las tropas del territorio de Aizu y guardia personal del Shogun.
Los samurai que no encontraron o no quisieron una posición dentro de la estratificación social Tokugawa quedaron fuera del status que se les concedió. Unos, al desaparecer su Señor, se sometían, al no soportar el deshonor, al seppuku, otros buscaban venganza e ideaban reponer la memoria de su Señor acabando con quienes le habían matado, muchos encontraron una posición dentro del algún clan o al servicio de los más de 250 Daimyos que existían, otros se dedicaron a la medicina, a la enseñanza de los “no bushi” en las técnicas de la guerra, a ser asesores militares o al sacerdocio. Pero los más, rechazados por la sociedad, viajaban a la deriva de un lugar a otro acompañados sólo con sus armas.
Estos samurai sin posición definida conocidos como “hombres de la ola”, ronin, llevarían una vida errante sin posibilidad de integrarse, a pesar de los esfuerzos de Daimyos y Shogun. Convertidos en un grupo reconocido sería fundamental su influencia en la transmisión del bujutsu entre otras clases sociales.
En cuanto a la religión, Budismo, Shintoismo y Confucionismo cohabitaban en el espíritu de la sociedad pero una vez más la posición social definía su práctica [4]. La clase militar y por tanto su técnica se iba a ir diluyendo en conceptos metafísicos; se concedía sobresaliente importancia al hecho de que la clase samurai se culturizara con el estudio no sólo en temas vinculados al propio objeto de su espíritu militar sino en materias como la literatura, la filosofía, la aritmética, la pintura, etc. que analizándolas no dejaran de ser una prolongación del espíritu religioso.
Es entonces cuando influenciado por la religión y la mística explicativa de los hechos del primigenio Japón se consolida el principio estratégico del Aiki que la tradición nipona sitúa en los albores del siglo IX, bajo el reinado del emperador Seiwa y el domino militar del clan Minamoto, cuya influencia taxonómica en el Seibukan Aikijujutsu publicaré próximamente.
AIKI COMO PRINCIPIO BINARIO
Ai significa unión, Ki significa fuerza, energía; In / Yo es la nomenclatura en japonés de la concepción dicotómica china del Ying / Yang o vietnamita del An / Doung (blanco/negro, masculino/femenino, fuerte/suave, positivo/negativo, etc.)
En la literatura, la pintura, la escritura del periodo Edo ya se puede encontrar diferentes analogías entre la forma de interpretar dicho concepto en esos artes así como en el empleo de la utilización del mismo en las artes de la guerra.
Numerosas expresiones japonesas, metodologías y kata de escuelas de artes marciales expresan esa concepción de tecnificación binaria; por ejemplo, en la escuela de Iaido Muso Shinden Ryu donde hay un kata que se denomina Inyo Sintai “yin-yang, avanzar-retirando”, en la escuela Ittoh Ryu de kenjutsu emplea el concepto Kokyu – kiriotoshi, en el Heiho Shi Shin Ryu, la estrategia de esta escuela se fundamenta en el control progresivo del Ki del enemigo para poder vencerlo, etc.
Pero ¿Cuál es el motivo de esa implicación teórica en la técnica, historia, filosofía de tantas escuelas de artes marciales? La unión a la energía, a la fuerza del adversario, antaño enemigo, es la que explica el principio que sustenta toda la parte dogmática del "Aiki " - "Jujutsu".
La interpretación de una forma de combate, de defensa-ataque contra ese enemigo, ahora adversario, es sometida a estudio y renovación durante, según los autores, desde el siglo IX.
Ki en idioma japonés, Chi en el idioma chino, Uyana en idioma hindú, Pneuma en idioma griego, etc. todos expresan el mismo significado del concepto. A pesar de que no existe una definición científica al hecho de la existencia de esta “energía vital”, y mucho menos si intentamos buscarla en la concepción social, médica y espiritual occidental, la creencia del término Ki es inseparable, obviamente, del estudio del Aiki Jujutsu.
El Ki es la energía capaz de una manifestación de fuerza.
Una fuerza que circula por el cuerpo humano, la tierra, el cielo, los seres vivos. Los yoguis en la India llevan miles de años estudiando el Uyana, la suma de todas las fuerzas que circulan por el ser vivo, Prana o kundalini, Samana, Apana y Udana. También los chinos, cuya primera obra que trata el Chi es el I Ching o Libro de los Cambios, escrito en el año 1122 a. C. que introdujo el concepto de las tres energías o fuerzas naturales: el cielo, Tian, la tierra, Di, y el hombre, Ren.
En el año 58 es cuando el Budismo llego a China procedente de India. Con él numerosas prácticas budistas generales y del desarrollo del Chi fueron progresivamente incorporadas a la cultura china, entre ellas la meditación estática Zen (Chan en Chino).
500 años después, un monje llamado Da Mo venido de India se retiró al templo Shaolin y al encontrar a sus moradores débiles estudió cómo ayudarles a mejorar su condición física; se retiró durante 9 años y escribió las dos obras clásicas que ayudarían durante siglos a los monjes que allí fueran a aprender, una vez más, la concepción binaria y antagónica de la religión budista y las artes marciales, fundamentadas en el desarrollo del Chi.
Será en el siglo VII cuando las primeras influencias del Budismo entrarán en el Japón, pero habrá que esperar al siglo XII cuando la aristocracia guerrera se interese de forma comprometida con el Budismo en general y el estudio del Ki en particular. En la dinastía china Song (960 – 1279), el jefe militar Yue Fei mejora la eficacia de sus soldados en el combate mediante el “Ba Duan Jin” o “Las ocho piezas de brocado” y en el inconexo Japón el clan Minamoto (a partir del s. IX desarrollaría el principio “Aiki in-yo ho” en su estrategia militar.
Es indudable que esa primera influencia de origen chino se diera aproximadamente entre los siglos X y XIII por los contactos religiosos que se dan entre ambos países y considerar el año 1200, como el año que se introduce en el Japón el budismo Zen, en lugar del siglo IX como apuntan algunos autores.
Independientemente de la fecha mencionada como dato de un hecho fehaciente, lo importante es que la religión budista y el Taoismo fueron decisivos en dar un cuerpo filosófico y dogmático a la técnica empleada en el campo de batalla por un clan integrado por guerreros de leyenda: el clan Minamoto, más conocido con el nombre de Genji.
----
[1] Código de 30 reglas estructuradas en 1615 por el monje Zen Suden que regulaba la conducta habitual de los Daimyos y sus relaciones con su privacidad y las leyes del estado. Estas reglas serán refundidas nuevamente en 1716 por Tashiro Tsuramoto a partir del dictado del monje y anteriormente samurai del clan Nabeshima, Yosho Yamamoto y recogidas en el Hagakure, un código de uso exclusivo de dicho clan.
[2] La composición de dos espadas, una larga, daito, y otra corta, shoto, montadas de forma idéntica, koshirae, se denomina Daisho. El Daito, sólo podían portarla los samurai de alto nivel; la espada corta, shoto o wakizashi podía ser usada y portada por comerciantes y artesanos. El estilo Buke-zukuri, es el empleado en la creación de las espadas japonesas antiguas.
[3] En la actualidad tiene el nombre del tristemente conocido Fukushima, al norte de la isla principal de Japón, Honshu.
[4] Budismo y Shintoismo impregnaba el sentido religioso de las clases medias mientras que el Confucionismo daba una forma de comportamiento social y político.
Continuación: Aiki Jujutsu: Desarrollo de una tradición (3ª parte)
Comentarios
Publicar un comentario